Super Smash Bros: Battles.
Red y sus Pokémon (Pokémon Trainer) vs Donkey Kong.
El entrenador Pokémon arribó en aquella isla tan extraña y regresó al Lapras que lo había llevado hasta ahí.
Ser un entrenador Pokémon tenía muchas ventajas, pero Red consideraba sin lugar a dudas, que la mayor ventaja de ser entrenador es la capacidad de viajar por todo el mundo y explorar toda clase de lugares fantásticos.
Por eso mismo, estaba realmente emocionado, había escuchado historias de una extraña isla con forma de la cabeza de algún gorila y decidió ir a explorarla, a ver qué extraños Pokémon encontraría en dicho lugar.
El entrenador se adentró en la jungla, sorprendiéndose de lo extraño que era aquel lugar. En definitiva, aquella jungla era por mucho distinta a cualquier otra que se haya encontrado en Kanto o Johto. Fue entonces cuando lo vio…
-¡Donkey Kong!
Se trataba de un combate Pokémon. El primero de ellos era un Pokémon grande y musculoso, de apariencia fornida, similar a un Slaking; el segundo era algo más pequeño, como un lagarto de color verde, de apariencia similar a un Croconaw. Claro, la batalla no era nada pareja, ese Pokémon fornido le estaba dando una paliza al pequeño lagarto, al punto de que lo mandó a volar de un puñetazo.
-Y dile a K Rool que si quiere robar mis bananas, venga en persona. ¡Yo mismo le daré una paliza!
Increíble, ese Pokémon estaba hablando, tan fluidamente como lo haría cualquier humano. Sin perder ni un solo instante, Red sacó su Pokédex e intentó escanearlo, para identificar qué clase de Pokémon era, sin embargo, su Pokédex no tenía ninguna información disponible. ¡Quizá acababa de descubrir una nueva especie!
-Hey, ¿y quién se supone que eres tú?
-…
Ese Pokémon tan extraño acababa de verlo y se acercaba a él. Red se quedó sin habla, había llegado el momento de intentar capturarlo. Quizá podría llevárselo al Profesor Oak, él seguramente tendría información sobre esta extraña especie.
-¡Adelante, Squirtle!
De un solo grito arrojó su Pokéball y la activó, invocando a su primer Pokémon. La pequeña tortuga de color azul salió al bosque, esperando las órdenes de su entrenador, lista para iniciar el combate.
-¡¿Cómo hiciste eso?!- El extraño Pokémon parecía inusualmente sorprendido.
-¡Usa Pistola de Agua!
Y sin previo aviso, la tortuga disparó un potente chorro de agua, que golpeó de lleno al misterioso Pokémon.
-¡Oye! ¡¿Qué rayos te pasa?!
-¡Usa Pistola de Agua, otra vez!
La tortuga disparó nuevamente su ataque de agua y volvió a golpear a su enemigo. El ataque no parecía haber causado muchos daños en el misterioso Pokémon, pero ahora parecía enfadado.
-¡Ya fue suficiente! ¡Si quieres pelea la vas a tener!
Aquel simio gigante cargó al ataque con una poderosa embestida, pero el entrenador sabía exactamente qué hacer para detenerlo.
-¡Usa burbuja!
Squirtle disparó una gran ráfaga de burbujas, bloqueándole el camino a aquel extraño Pokémon. Sin embargo, su ataque no tuvo ningún efecto, el gorila pasó a través de las burbujas sin ningún problema y sujetó a Squirtle con tan solo una mano, impidiendo que la tortuga pueda moverse.
-Que tortuga tan extraña. Debe ser de la misma especie que esas tortugas del Reino Champiñón. Esos bichos son muy buenos con los Karts.
-¡Squirtle, usa Hidrobomba!
El entrenador no iba a permitir que su Pokémon quede atrapado de esa manera. Squirtle se refugió en su caparazón y comenzó a girar a gran velocidad, mientras disparaba torrentes de agua desde los agujeros en su caparazón. Está vez, si pareció dañar al gorila, quien se vio obligado a soltarlo.
-¡Cascada!
Y la tortuga invocó un gran torrente de agua, en el que comenzó a surfear, dispuesto a acabar con su enemigo de una vez por todas…
-¡Ya fue suficiente! ¡Donkey Kong!
Pero al gorila le bastó con un solo puñetazo, no solamente para romper la cascada, sino también para debilitar a su Squirtle. Aquel golpe había sido sencillamente asombroso, este Pokémon tenía una fuerza física nunca antes vista.
-¡Regresa, Squirtle! Buen trabajo… ¡Ve Ivysaur!
Pero el entrenador no pensaba rendirse, envió a su siguiente Pokémon. En esta ocasión se trataba del Pokémon tipo planta con un bulbo creciendo en su espalda.
-¿Enserio? ¿Otro lagarto?
-¡Ivysaur, Látigo Cepa!
Un par de lianas emergieron de Ivysaur y con gran velocidad golpearon al gorila como si de verdaderos látigos se tratase. Antes de que el primate pueda contraatacar, las lianas se enredaron alrededor de sus brazos y piernas, restringiéndole todo el movimiento.
-¡¿Qué es esto?! ¡No puedo moverme!
-¡Recurrente!- Ordenó.
Aprovechando que su oponente se encontraba inmovilizado con las lianas; Ivysaur comenzó a disparar varias ráfagas seguidas de semillas, directamente desde su bulbo. Las semillas golpeaban al gorila como si de pequeñas balas se tratarán. Finalmente, aquel extraño Pokémon pareció cansarse de que le disparen semillas en la cara.
-¡Ya es suficiente!
Haciendo nuevamente uso de su descomunal fuerza, el gorila comenzó a jalar las lianas de Ivysaur, acercando al Pokémon de planta hacía él. Ivysaur intentaba resistirse, pero aquel extraño Pokémon era mucho más fuerte de lo que pensaba, estaba forzándolo sin ningún problema.
-¡Hojas Navaja!
Ivysaur comenzó a disparar sus afiladas hojas en un intento de dañar al extraño Pokémon, pero no parecía tener mucho efecto. Aun con todo su filo, las hojas apenas le hacían rasguños a la piel del simio. El entrenador estaba sorprendido por todo esto, ese Pokémon no solo era mucho más fuerte de lo que esperaba, sino también más resistente. En todos sus viajes, era la primera vez que veía un Pokémon tan extraño como este. Incluso consideró la posibilidad de que se tratase de un Pokémon legendario o singular.
Sin embargo, no tenía mucho tiempo para pensar en ello, las lianas de Ivysaur habían cedido ante el gorila. Aquel extraño Pokémon podría acabar con Ivysaur de un solo puñetazo y el entrenador lo sabía. Tenía que encontrar una manera de salvar a su Pokémon, pero el Recurrente o las Hojas Navaja no parecían hacer mucho daño.
Claro, todavía podría usar a Charizard, su Pokémon más fuerte, pero sabía que no sería tan sencillo. Aquel simio estaba derrotando a dos de sus mejores Pokémon y apenas podía dañarlo. Ivysaur ya estaba prácticamente al alcance de su puño y podía ver como el gorila comenzaba a girar su brazo para potenciar su siguiente puñetazo. Debía pensar en algo y hacerlo ahora, pero… ¿Qué? Quizá el Rayo Solar de Ivysaur pueda dañar a ese gorila, pero tardaría en cargarse y no le quedaba mucho tiempo, sin embargo, los otros movimientos de Ivysaur no podían dañar a su oponente. A menos que…
-¡Somnífero!
Y justó cuando el gorila estaba a punto de golpear a Ivysaur, este soltó de golpe una nube de polvo desde su bulbo. El entrenador en verdad esperaba que esto funcioné, pues era su última esperanza.
Para su sorpresa, el gorila pareció inhalar todo el polvo y finalmente cayó al suelo. El entrenador suspiró, el Somnífero era sin duda una de sus técnicas más útiles, Un movimiento capaz de dormir a cualquier oponente, muchas de sus victorias en los combates Pokémon eran gracias al Somnífero.
-¡Es súper efectivo!
El entrenador festejó, acomodándose la gorra y recompensando a Ivysaur con una caricia. Lo siguiente en su lista sería buscar algún Centro Pokémon para recuperar a Squirtle e Ivysaur. Sin embargo, había algo que hacer antes. Sujetó una de sus Pokéball y observó al gorila inconsciente.
…
-¡Hey! ¡DK, ¿dónde estás?!
El pequeño simio conocido en Jungla Kongo como Diddy Kong se encontraba realmente confundido. Había quedado de encontrarse con su amigo, Donkey Kong, para comer bananas hasta reventar, sin embargo, ahora no lo encontraba por ninguna parte. Ya había revisado su casa y varios rincones del bosque, pero Donkey Kong había desaparecido.
¿Acaso lo habrían secuestrado los Kremlis? Diddy esperaba que ese no sea el caso. La última vez que K Rool secuestró a su amigo, el pequeño mono tuvo que pasar toda clase de peligros para salvarlo. Honestamente, Diddy no se sentía con muchas ganas de protagonizar otro título de Donkey Kong Country sin su compañero de aventuras.
Aun así, parecía que no estaba en ninguna parte de la jungla. Probablemente, Diddy tendría que salir a buscarlo, lejos, muy lejos de Isla Kongo. Su amigo podría estar en cualquier parte… Necesitaría empacar algunas bananas.
¿Fin?
Ganador: Red y sus Pokémon.