Super Smash Bros: Battles @brandon369
Pit vs Young Link

Super Smash Bros: Battles.


Pit vs Young Link.


Una puerta mística se abrió en medio del cielo y él salió de ahí: Volando majestuosamente, impulsado por poderes divinos más allá del entendimiento de los mortales. Su nombre era Pit, un heroico ángel, capitán de la guardia de la mítica diosa Palutena, siendo además su fiel sirviente y guardaespaldas personal.

Y en esos momentos, el legendario Pit estaba cumpliendo una misión realmente importante:

-Eh… ¿Lady Palutena?- Preguntó el ángel iniciando contacto telepático.- ¿Exactamente cuál es la misión que debo cumplir?

-Pues… Esa es una buena pregunta, Pit.- Le respondió la celestial voz de su diosa.

-¿Acaso no lo sabe, Lady Palutena?

-No es eso, claro que lo sé. Es solo que todo esto es muy desconcertante.- Comentó.- Primero estuve sintiendo estas perturbaciones cósmicas y ahora detecto esta entidad malvada y destructiva. Algo me dice que estarás ocupado.

-¿A qué entidad se refiere?- Preguntó Pit.

-Aún no he podido identificarla del todo. Pero según la información que recolectaron los Centuriones, aparentemente quiere arrojar la luna sobre el reino de los mortales.

-¡¿Qué?! ¡¿Alguien quiere arrojar la luna a la Tierra?!

-Sí, aparentemente hay dioses con mucho tiempo libre y no encuentran mejor manera de gastarlo.- Suspiró Palutena.

Pit estaba a punto de responderle, pero antes de que pudiera hacerlo, vio algo que lo dejo mudo de la impresión. Frente a él se encontraba la luna, pero… ¡Tenía un rostro espeluznante y estaba peligrosamente cerca de la Tierra! Lo más extraño de todo es que había cuatro seres extraños y gigantescos que sostenían la luna con sus propias manos y aparentemente evitaban que caiga sobre la Tierra.

-¡Lady Palutena! ¡¿Desde cuándo la luna tiene una expresión tan espeluznante?!- Preguntó bastante asustado.

-¿Te parece espeluznante? A mí me resulta encantadora.- Respondió Palutena entre risas.

-¡Pero tiene una expresión de agonía y sufrimiento!- Replicó el ángel, antes de centrarse en cierto detalle.- ¿Y quiénes son esos tipos que sujetan la luna?

-Ni idea, pero si nos ahorran el trabajo, yo estoy contenta.- Le dijo la diosa.- Ya luego tendrás tiempo para saludarlos, ahora quiero que aterrices sobre la luna.

-¡No creo que sea buena idea! ¡Esa luna me dará pesadillas!

-No hay tiempo para discutir, Pit.- Lo regañó la diosa.- Se nos está agotando el tiempo para tu Don del Vuelo, así que te aterrizaré lo antes posible.

En contra de sus deseos, las alas del ángel lo guiaron hacía esa espeluznante luna, mientras que Pit gritaba aterrorizado y cerraba los ojos para evitar el miedo.

Una vez que aterrizó y los abrió, pasó de asustado a confundido, pues en lugar de encontrarse en un sitio rocoso o siquiera algo remotamente parecido a la superficie lunar; se encontraba en un prado bastante amplio. Era una especie de jardín o prado, con un gran árbol en el centro y un grupo de niños enmascarados jugando por ahí.

-De acuerdo, esto no es precisamente lo que tenía en mente… Pediré indicaciones.

El ángel comenzó a caminar por aquel campo verde y espacioso, hasta llegar al árbol del centro. Ahí observó a un pequeño niño solitario con una extraña máscara purpura. Aquel chico no parecía haber notado su presencia, pero Pit decidió hablarle.

-Hey, amiguito. Me encuentro algo perdido y…

-¿Quieres jugar?- Lo interrumpió aquel chico.- Podemos jugar a los Héroes y Villanos.

-¿Jugar? Pues yo siempre estoy con los héroes…

-¡Cuidado, Pit!

La advertencia de Palutena llegó demasiado tarde, pues aquel niño tomó a Pit por sorpresa, levantándose y expulsando una energía oscura que envolvió el lugar por completo.

Lo siguiente que Pit supo, es que se encontraba en una extraña habitación cerrada, sin puertas ni ventanas, que parecía pertenecer a un templo o algo parecido. Lo extraño no era solo eso, sino que no estaba solo en aquel lugar: también había un niño de ropajes verdes armado con una espada y escudo.

-¿Qué está pasando aquí?

Pero mientras el ángel continuaba confundido, una especie de esfera de luz flotante pasó enfrente de él y llegó con aquel niño de verde. Para hacer más bizarra la situación, aquella esfera luminosa comenzó a hablarle.

-¡Ten cuidado, Link! ¡Parece ser que la máscara de Majora consiguió un nuevo portador!

-Tranquila, Taya. Estoy preparado.- Respondió el niño que aparentemente se llamaba Link.

-¡¿Preparado para qué?! ¡¿Qué está ocurriendo?!- Preguntó el Ángel, pero parecía que aquellos dos no podían escucharlo.

Por si esto fuera poco, el niño de verde se puso en guardia, sujetando su espada y escudo, listo para un enfrentamiento. Pero eso era ridículo, Pit nunca atacaría a un humano indefenso, mucho menos a un niño… ¿O sí?

Pues aparentemente si lo haría, el Ángel extendió su arco y comenzó a disparar varias flechas luminosas, obligando al niño a ponerse a cubierto tras su escudo para bloquear los ataques. ¿Por qué atacaba el defensor de la diosa a un niño que no conocía? Ni siquiera el mismo Pit lo sabía, era como si su cuerpo se moviera por sí solo, no podía controlarlo, su cuerpo no le obedecía.

-Pit

-¡Lady Palutena!- Al escuchar la voz telepática de su diosa, Pit suspiró aliviado, esperando que ella le pueda explicar la situación.

-Pit, no quiero asustarte, pero aparentemente fuiste poseído por alguna entidad demoniaca y malévola.

Lejos de calmarlo, las palabras de su diosa lo asustaron. ¿Había sido poseído por algo? ¿Cómo era posible si… En ese momento, el ángel se dio cuenta de un detalle: al verse reflejado en el escudo del niño que intentaba bloquear sus movimientos, pudo darse cuenta de que él mismo llevaba una extraña máscara morada. La misma máscara que portaba el extraño chico que lo invitó a jugar ahora estaba en su rostro. ¿En qué momento se la había puesto?

-¡Otra vez no! ¡Esto es peor que la última vez que perdí mi cuerpo!- Gritó asustado mientras recordaba su última experiencia parecida.

-Míralo por el lado positivo, al menos es mejor que convertirte en berenjena.- Le dijo Palutena.

-¡¿Qué puedo hacer, Lady Palutena?! ¡No quiero seguir bajo el control del mal!

-No te preocupes, Pit. Buscaré la manera de liberarte.- Le dijo intentando reconfortarlo.- Hasta entonces, tú y ese niño, deben aguantar el tiempo suficiente sin matarse el uno al otro.

-Esto puede ser difícil…

Y vaya que lo era, pues aquel pequeño niño apenas y podía cubrirse del aluvión de flechas que Pit le estaba arrojando. El ángel no deseaba hacerle daño, pero con su cuerpo controlado por una máscara no podía hacer nada para evitarlo, dependía de aquel chico mantenerse con vida. Afortunadamente, ese chico tenía consigo a esa bola luminosa flotando a su alrededor.

-¡Usa el Escudo Espejo, Link! ¡Es la mejor forma de contrarrestar sus ataques!

El tal Link decidió hacerle caso al ser luminoso, pues en un rápido movimiento cambió su escudo regular por otro realmente extraño: un escudo de cristal que parecía poseer un rostro perturbador que nuevamente inquietó a Pit.

Este nuevo escudo recibió las flechas que disparaba el Ángel, pero en lugar de bloquearlas como normalmente haría, el escudo comenzó a absorber la energía de las flechas. Todo el poder de los ataques de Pit comenzó a almacenarse en el escudo y una vez que llegó a su límite, la liberó como una ráfaga de energía en su contra. Esta acción lo tomó por sorpresa y fue realmente dolorosa, pues estaba recibiendo de vuelta todo el poder de sus propios ataques.

-¡Ahora, Link! ¡Aprovecha para atacar!

Haciéndole caso a la esfera luminosa, aquel chico aprovechó que se estaba recuperando del ataque anterior y se lanzó en una arremetida de su espada, provocándole algunos cortes un tanto dolorosos.

Desafortunadamente para el de verde, su ventaja fue momentánea. Una vez recuperado del primer ataque, Pit dividió su arco, transformándolo en dos espadas y atacó al joven con ellas. Pese a estar siendo controlado por la máscara, los movimientos del ángel eran certeros y veloces, superando en esgrima a aquel chico y llevándolo al límite.

-¡Link!- La bola luminosa parecía preocupada al ver que su compañero estaba contra las cuerdas, mientras que Pit se lamentaba por ser alguien tan poderoso.

Cuando parecía que aquel niño ya no podía hacer nada contra las espadas de Pit… ¿Sacó una extraña careta con forma de águila? Lo bizarro comenzaría entonces, pues tras ponerse la careta, el niño tomó una ocarina y comenzó a marchar al son de una pegajosa melodía.

-¡Bien pensado, Link!- Felicitó la esfera luminosa.

Pit no tenía la más remota idea de lo que estaba pasando, pero por lo visto, esa melodía tenía propiedades hipnóticas de alguna clase. De forma repentina el ángel había dejado de atacar y ahora marchaba junto a Link, al son de la música que este tocaba en su ocarina.

El ángel solo pudo suspirar, no solo estaba bajo el control de una máscara maligna, sino que al mismo tiempo también estaba bajo el control del niño… ¿Cómo es siquiera esto posible? Sea como fuera, al menos de esta manera no dañaría a Link y podría aguantar hasta que Palutena encuentre alguna manera de librarlo de la máscara.

-¡Ahora!

No contaba con que sería el mismo niño quien intentaría lastimarlo a él. Detuvo su marcha de forma repentina, sacó una bomba y se la arrojó encima, provocando una dolorosa explosión y aprovechando para tomar su distancia.

Pit no se había recuperado de aquella explosión y el chico ya le estaba arrojando otra bomba en forma de ratón que se deslizaba por el suelo. Con la máscara controlando sus movimientos, el ángel salto para evadir el ataque, planeando con sus alas.

-¡Apunta, Taya!

A la orden del chico, su pequeña compañera luminosa se acercó a Pit y acto seguido, Link comenzó a dispararle sus propias flechas. Cuando estas flechas lo golpearon, el ángel pudo sentir que estaban potenciadas con magia de fuego para provocar un mayor daño.

Entre tanto dolor, Pit debía admitir que ese niño era más hábil que muchos mortales que había conocido. Desde Magno no había visto a ningún mortal capaz de seguirlo en combate.

Pero por más hábil que sea aquel chico, se estaba enfrentando al capitán de la guardia de Palutena, no tenía oportunidad. Uso sus Orbitales Escudo para bloquear todas las flechas que le arrojaba y cargó a gran velocidad contra él para golpearlo en el estómago con su Brazal Radial, enviándolo a volar a través de la sala.

Eso era todo, el chico de verde había peleado bien, pero con un golpe como ese seguramente cayó derrotado, no había forma de que se levante. Pit estaba poniéndose nervioso, si Palutena no llegaba pronto, no quería imaginar lo que le podría pasar a ese niño…

-¿Te encuentras bien, Link?- Su compañera luminosa se acercó a él y para sorpresa de Pit, el muchacho se estaba levantando mientras bebía de una botellita de leche.

-Taya, Majora es muy poderoso.- Le dijo el niño.- Si quiero vencerlo, debo utilizar nuestra arma secreta.

-¡Pero no sabemos lo que hace! ¡Es muy peligroso!

-No tenemos más opción.

Sorprendiendo una vez más al ángel, aquel chico sacó otra mascara, pero había algo diferente en esta de la careta que sacó anteriormente. La nueva máscara que estaba usando despedía una gran cantidad de energía, un tipo especial de energía que Pit había sentido anteriormente: Energía divina.

Había poder divino en esa máscara y Pit podía percibirlo, pero no solamente era eso, sino que también había cierta esencia maligna filtrándose de ella. Sea cual sea el dios que se encuentre en ella, no es bondadoso como Palutena, sino algo maligno y oscuro.

-¡Aaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh!

En el instante en que el chico de verde se puso la máscara, soltó un grito de agonía y su cuerpo comenzó a mutar en medio de un destello luminoso. Pit veía asombrado como aquel niño se había transformado en un adulto de aspecto demoniaco y vestimentas blancas, con ojos vacíos, armadura mística y una imponente espada de dos hélices. Al verlo el ángel podía sentir cierta hostilidad y odio de parte de la máscara que lo controlaba en contra de su oponente.

Sin decir ninguna palabra, el recién transformado agito su espada, librando una gran cantidad de rayos de energía mágica que lo golpearon de forma dolorosa. Pit estaba algo asustando ante el nuevo aspecto que había tomado su oponente, pero la máscara que lo controlaba tenía otras intenciones para él y se lanzó a atacar con ira y odio. Ahora, el niño con poder divino y el ángel controlado chocaban la espada mágica contra sus Brazales en lo que resultó un combate mucho más parejo.

-Pit, ¿sigues ahí?

Las palabras telepáticas de Palutena eran justo lo que Pit necesitaba escuchar. El combate se estaba saliendo de control y escalaba en proporciones, pero el ángel estaba seguro de que su diosa lo resolvería todo.

-¡Lady Palutena! ¿Encontró alguna manera para liberarme de la máscara?- Preguntó casi suplicante.

-Por supuesto, no me subestimes.- Le dijo la diosa, bastante confiada.- Lo que necesitamos es una sobrecarga de energía que destruya la máscara.

-¿Una sobrecarga de energía?

-Escucha bien, Pit. Voy a enviarte los Tres Tesoros Sagrados, estoy segura que la gran cantidad de energía que poseen sobrecargaran y contrarrestarán la energía de la propia máscara que te controla.

-¿No es un tanto peligroso?

-Es nuestra última alternativa, Pit.

El ángel prefirió confiar en el juicio de su diosa. No tenían muchas opciones y con la gran cantidad de ataques que le arrojaba su enemigo se le agotaba el tiempo. Era increíble que esa deidad pueda desplegar tanto poder pese a estar limitada por habitar un cuerpo mortal…

-¡Allá van!

En ese momento, los Tres Tesoros Sagrados, reliquias de poder místico, se materializaron en Pit: Las Flechas de Luz, las Alas de Pegaso y el Escudo Espejo. Al tenerlos equipados, Pit sintió como su energía se elevaba hasta el límite.

Aparentemente, la máscara que lo controlaba sintió lo mismo, pues decidió usar sus nuevos poderes para atacar a su enemigo. Utilizó los Tesoros Sagrados para disparar grandes ráfagas de energía concentrada, obligando a su enemigo a defenderse con un rayo mágico proveniente de su espada. Fue un choque de poder de escalas divinas que provocó una explosión devastadora por toda la habitación, explosión que arrastró a Pit hasta estrellarlo contra la pared.

Cuando toda la energía se disipó, Pit se sentía notablemente adolorido y los Tres Tesoros Sagrados habían desaparecido. Se sujetó la cabeza por el dolor y… ¿Se sujetó la cabeza? ¡Es verdad! ¡Ya no llevaba la máscara! ¡Ya podía moverse libremente!

-¡Sí! ¡Libertad! ¡De nuevo soy yo!- Pit estaba realmente contento. Saltaba y bailaba por toda la habitación para festejar su nueva libertad. Se sentía tan bien volver a controlar sus propios movimientos…

-Oye Pit.- La voz de Palutena lo interrumpió en su enlace mental.- Comprendo que estés aliviado, pero creo que deberías ver eso.

Pit observó cómo al otro lado de la habitación se encontraba aquel niño con el que acababa de pelear. Había perdido su transformación divina y estaba inconsciente junto a su pequeña compañera. El ángel se acercó a ellos y notó que estaban heridos por la pasada explosión.

-Para ser mortal, debemos reconocer su valiente esfuerzo. Pese a ser un niño, fue capaz de aguantar el combate hasta que encontramos una solución.

-Sin duda es un guerrero admirable, pero no quería hacerle daño.- Respondió el ángel bastante apenado.

-No te preocupes por ello. Tráelo contigo al Reino de los Cielos para que curemos todas sus heridas.- El ángel estaba claramente sorprendido ante la última orden de Palutena.

-¿Llevar un humano al Reino de los Cielos? ¿Está segura, Lady Palutena?

-Creo que se lo merece después de lo que hizo… Además, tengo algo de curiosidad por los poderes divinos que mostró en el combate.

El ángel estaba de acuerdo en que está había sido una de sus aventuras más bizarras y extrañas, pero se sentía aliviado al ver que todo había terminado. Cargó en sus brazos al pequeño que lo había enfrentado con tanto valor y la esfera de luz parlante que lo acompañaba. Palutena tenía razón, ambos se habían comportado como verdaderos héroes y sin ellos probablemente seguiría bajo el control de la máscara diabólica. Ya les demostraría su gratitud en el Reino de los Cielos.

Palutena utilizó sus poderes para traer a Pit de regreso y aquella misteriosa sala en medio de la luna quedó completamente vacía… Excepto por aquella máscara que comenzó a flotar en dirección desconocida.


Fin.


Ganador: Pit.


¡Feliz 2021! Comenzamos un nuevo año y aquí traigo el primer capítulo del año, que mejor manera de comenzar. A pedido de mi buen amigo, Fox McCloude, traigo un combate entre el niño que se puede convertir en una fiera deidad y el personaje de Nintendo que más deidades ha combatido a lo largo de sus aventuras.

Este fue un capítulo que me divertí escribiendo, aunque también fue uno de los que más se me dificultaron hasta ahora xD. Al principio no me decidía bajo la perspectiva de quien escribir la batalla, pero tomando en cuenta que los anteriores capítulos los escribí bajo la perspectiva de Link y Toon Link en sus respectivos combates, decidí que sería mejor escribirlo bajo la perspectiva de Pit.

Sobre los combatientes no hay mucho que decir. Young Link es mi Link preferido, en parte porque Majora Mask es mi Zelda favorito, y en parte porque se me hace más entretenido de controlar en Ultimate. Su jugabilidad es más parecida a la clásica que Link tenía en el Smash 64 y Melee, por no mencionar que sus flechas de fuego son una buena diferencia para las flechas comunes de Toon Link. Eso sí, no me gustó el poco esfuerzo que le pusieron a su Smash Final, haciéndolo igual a Toon Link. Habría estado realmente genial verlo usar su Máscara de la Fiera Deidad para el Smash Final.

En cuanto a Pit, es un personaje con el que acabé encariñándome gracias al Kid Icarus Uprising, aunque me gustaban más los movimientos que tenía en Smash Bros Brawl que los que le pusieron en Ultimate. Honestamente, todavía espero que saquen una nueva entrega de Kid Icarus para Switch. Es una saga con demasiado potencial como para que la dejen olvidada.

En fin, llegó la hora de responder los reviews de:

Fox McCloude: Creo que en eso opinamos igual, amigo. A nadie le caen bien el mono berrinchudo y el cerdo avaro tramposo... Pero con eso cumplen bien su función, pues los odias tanto que amas derribar sus naves xD. Panther era más carismático y su triángulo amoroso era divertido. Una lástima que él y Krystal ya no salgan tanto en juegos recientes. Se podría decir que la Princesa espacial es uno de los personajes más interesantes y con más personalidad de la saga Mario. Seria genial volver a verla de jugable en algún plataformero de Mario, al más puro estilo de su aparición en 3D World.

M.U.M.M: Jajaja, ese tema quedaría perfecto con el capítulo. Te comprendo, cuando conocí al Cap Falcon en el Smash 64 pensé que era del mismo juego que Samus. En esa misma época también pensaba que Ness era un personaje de Mario y que Link se llamaba Zelda xD.

Neo Magician 96: Continúa la saga y Tabbu sigue reuniendo Gema… Chaos Emerald para eliminar a la mitad del universo Nintendo xD. Pues con retrasos y todo, pero finalmente tuvimos un primer vistazo al KoF XV. En cuanto Samurái Shodown y The Last Blade… Pues la ganadora fue Hibiki, esa nadie se la esperaba xD. También volvió Cham Cham, eso siempre se agradece. Anotada la sugerencia y respecto a One Piece, pues es mi manga favorito, siempre es genial encontrar buenos fics de ese manga.

Martiz S.G: Esos juegos flash eran un clásico, bastante populares en su momento y mayormente divertidos.

MightyMitch47: Un poco atrasado, pero… ¡Feliz Navidad! El Star Wolf la tuvo difícil, su oponente es una deidad cósmica todopoderosa. Pero tienen su mérito por darle pelea xD.

Y eso es todo por hoy. Sin nada más que decir, me despido hasta el siguiente capítulo.

1. Mario vs Meta Knight 1856 0 0 2. Zelda vs Jigglypuff 1721 0 0 3. Red vs DK 1378 0 0 4. Chrom vs Capitán Falcon 1964 0 0 5. Canela vs Pichu 1654 0 0 6. Falco vs Duck Hunt 1536 0 0 7. Wario vs Mr Game and Watch 2319 0 0 8. Capitán Olimar vs Planta Piraña 2496 0 0 9. Kirby vs Bayonetta 3300 0 0 10. Samus vs Pikachu 2117 0 0 11. Link vs Zero Suit Samus 2458 0 0 12. Luigi vs Lucario 1813 0 0 13. Ganondorf vs Richter 2517 0 0 14. Fox vs Dark Samus 2371 0 0 15. Terry Bogard vs Greninja 2283 0 0 16. Roy vs Ridley 3543 0 0 17. Ice Climbers vs Charizard 3009 0 0 18. Bayonetta vs Sonic 2869 0 0 19. Snake vs Inkling 3294 0 0 20. Dark Pit vs Lucina 3253 0 0 21. Ryu vs Incineroar 4060 0 0 22. Toon Link vs K Rool 3416 0 0 23. Rosalina vs Wolf 3027 0 0 24. Pit vs Young Link 3022 0 0 25. Pacman vs Megaman 3813 0 0 26. Lucina vs Palutena 2656 0 0 27. Ness vs Steve 2984 0 0 28. Byleth vs Bowser 3986 0 0 29. Banjo y Kazooie vs Yoshi 2988 0 0 30. Simon vs Megaman y Pacman 4024 0 0 31. Min Min vs Wii Fit 3958 0 0 32. Aldeano vs ROB 2742 0 0 33. Diddy Kong vs Lucas 2755 0 0 34. Dr Mario vs Mii 3043 0 0 35. Ken vs Kazuya 2929 0 0